No Más Ansiedad

La ansiedad. Es un término que apenas se usaba hace 10 años. Pero ahora parece ser algo con lo que una gran mayoría de las personas lidia en mayor o menor grado. Hay muchos términos que la gente puede usar como sinónimos de ansiedad. Algunos se refieren a ella como estrés, nerviosismo, preocupación, agotamiento o sentirse abrumado.

 

Sea cual sea el nombre que le des, ¡resolvamos esto!

 

¿Qué es la ansiedad?

 

Puedes pensar en la ansiedad como una preocupación persistente. Comúnmente se desencadena por situaciones cotidianas que tal vez no eran un gran problema en el pasado. Puede ser leve y molesta o extrema y debilitante, resultando en ataques de pánico completos.

 

¿Cómo se siente y cómo saber si la tienes?

 

La ansiedad suele venir acompañada de un aumento de la frecuencia cardíaca, respiración acelerada, fatiga, sudoración y problemas para dormir. El cerebro parece no apagarse y no permite descansar en silencio. Para alguien que se siente ansioso, el silencio nunca está en calma (internamente). Algunos describen la sensación de ansiedad como una vibración constante e inquietante en todo el cuerpo.

 

¿Cuáles son las causas más comunes de la ansiedad?

 

 

¿Por qué es importante?

 

Sentirse ansioso ocasionalmente y por períodos cortos es normal y saludable. Pero cuando vives en un estado constante de estrés y ansiedad, tu cuerpo está «dominante del sistema nervioso simpático». En otras palabras, estás en «lucha o huida» todo el tiempo. Constantemente vigilante internamente, como si esperaras un ataque. Algunas personas incluso sienten esta alerta mientras duermen.

Esto es tan perjudicial porque cuando estás en el estado de «lucha o huida», significa que no estás pasando mucho tiempo en el estado de «reposo y digestión» (también conocido como el sistema nervioso parasimpático). Esto significa que tu cuerpo no puede ocuparse de funciones básicas como la digestión, el sueño, la desintoxicación y otras cosas que necesitas para vivir una vida sana y larga. Por eso es tan común que las personas tengan problemas digestivos cuando están estresadas y ansiosas. Los alimentos no se descomponen adecuadamente, lo que tiende a causar gases, hinchazón, estreñimiento o heces sueltas, así como acné, urticaria y otros problemas de la piel. Es difícil concentrarse. La presión arterial tiende a subir. Dormir puede ser difícil porque la mente no se calma. Todo esto resulta en frustración, fatiga y una sensación general de agobio.

 

5 maneras de reducir o eliminar la ansiedad

 

  1. Hazte un análisis de micronutrientes. Ciertas deficiencias de nutrientes, como folato, cobre, cromo y magnesio (solo por nombrar algunos), pueden hacerte sentir agotado y desequilibrado. Mientras tanto, enfócate en una dieta rica en nutrientes que reduzca el azúcar y los alimentos procesados e incremente los alimentos vegetales integrales. Una mejor nutrición se asocia con una mejora en la ansiedad.
  2. Mejora tu sueño. Esto puede ser más fácil decirlo que hacerlo, pero por la noche, cuando duermes, es cuando tu cuerpo se cura, repara y reequilibra. Cualquier cosa que puedas hacer para mejorar el sueño normalmente ayudará a mejorar la ansiedad. Para obtener más detalles sobre ayuda con los problemas de sueño, haz clic aquí.
  3. Reduce el estrés tanto como sea posible. Comienza diciendo NO a cosas que no encajan o simplemente no quieres hacer (si es posible). Como sociedad, estamos asumiendo demasiado. Si tienes un día de 15 horas lleno de actividades, es más probable que sientas estrés y ansiedad. Date descansos durante el día y días libres durante la semana. Sé realista sobre lo que puedes asumir y prioriza tu autocuidado (incluido dormir bien por la noche). Piensa en los factores de estrés que puedes prevenir (salir tarde para la escuela/trabajo, comer en exceso, quedarte despierto hasta tarde, etc.) y trabaja en ellos primero. Menos estrés produce menos ansiedad.
  4. Ejercicio… pero no hasta el agotamiento. El ejercicio es MUY útil para reducir el estrés y la ansiedad… siempre y cuando no te excedas en intensidad o duración durante demasiados días seguidos. Aunque cada persona es diferente y no hay una fórmula perfecta para esto, es importante mantener el equilibrio. Si no haces ejercicio en absoluto, comienza con una caminata de 20 minutos cada día.
  5. La meditación tiene muchos beneficios comprobados y uno común es la reducción dramática de la ansiedad, el estrés y mejora en el enfoque. Muchas personas se sienten intimidadas por la meditación. No lo pienses demasiado. Hay muchas maneras de meditar. Elige una que te resuene. O simplemente configura un temporizador durante 5 minutos, elige un sentimiento positivo que te guste sentir (alegría, paz, amor, etc.) y simplemente siéntelo hasta que el temporizador se apague.

 

Estas son algunas formas poderosas de comenzar. Elige la que te parezca más sencilla y da un pequeño pero consistente paso en la dirección correcta hoy mismo.

 

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