Síndrome de la unión o charnela Toracolumbar

Síndrome de la unión o charnela Toracolumbar

El dolor lumbar es una de las condiciones más familiares afectando a la población humana. El primer episodio puede oscilar entre el 6,3 y el 15,4 %, y las posibilidades de recurrencia en el plazo de 1 año pueden llegar al 90 %.

 

El síndrome de la charnela toracolumbar, que consiste en síntomas localizados en la región lumbar baja, abdomen, zona inguinal, genitales y muslos, cuyo origen son las facetas alteradas del área toracolumbar, es una patología poco conocida. La literatura mundial y latinoamericana es sumamente escasa.

 

Podría haber una amplia variedad de etiología para el dolor lumbar. Una de las causas de la zona lumbar podría ser el síndrome de Maigne. Es un término genérico para «faceta de Maigne», «síndrome de la unión toracolumbar», «atrapamiento del nervio cluneal», «punto gatillo de la cresta ilíaca posterior» y «pseudociática».

 

Afecta principalmente a las articulaciones toracolumbar y puede causar afectación periférica de la rama cutánea lateral de las ramas dorsales. El mecanismo de la lesión y la prevalencia generalmente se desconocen, y casi no hay literatura disponible sobre la etiología o la cascada de eventos que conducen a este diagnóstico.

 

Informes anteriores han sugerido que la actividad repetitiva y los deportes que implican la rotación torácica, como el levantamiento de pesas, la equitación, el hockey, el fútbol y el golf, pueden contribuir a estos síntomas a través de una carga excesiva de esta zona de transición de la columna.

 

Esta alteración del área toracolumbar puede llevar a un diagnóstico errado tanto en ortopedia como en urología, ginecología, cirugía general, fisiatría, medicina general, neurología y neurocirugía. Esto se debe primordialmente a un desconocimiento de la anatomía de este segmento y de los signos y síntomas que puede producir. Por otra parte, los pacientes casi nunca presentan dolor en el área toracolumbar; las alteraciones que se presentan en esta zona son referidas a distancia. Además, las lesiones degenerativas que se observan en las radiografías en esta zona son bastante raras comparadas con la zona lumbosacra. Solo un examen clínico y sistémico bien hecho permite hacer el diagnóstico; los resultados del tratamiento confirman la presencia de este síndrome.

 

El diagnóstico es poco conocido y no existen reglas específicas de predicción clínica o criterios diagnósticos claros presentes en la literatura.

 

El diagnóstico del síndrome de Maigne se establece mediante la palpación de T12-L3 y comparando la diferencia de sensibilidad entre la cresta ilíaca (nervio cluneal), el canal inguinal (nervio inguinal) y el trocánter mayor (nervio perforante lateral).

 

 

Las lumbalgias generalmente tienen su origen en la columna lumbar baja (L3-L4, L4-L5, L5-S1). Aunque estos dos últimos segmentos son los más frecuentes, se ha observado y demostrado en estudios clínicos que el dolor lumbosacro, glúteo, sacroiliaco, de la cresta iliaca y de la zona trocanteriana puede ser producido por irritación del nervio raquídeo posterior de T10-T11, T11-T12 y T12-L1. También puede producir dolor en la pared abdominal, hipocondrios, fosa iliaca, zona inguinal, zona genital (escroto en el hombre y labio mayor en la mujer), pubis y zona de aductores,confundiéndose con patología abdominal, lumbar, de caderas, ginecológica y urológica.

 

 

Referencias de dolor típicas para el síndrome de la unión toracolumbar, según lo descrito por Maigne (negro), y referencia de faceta segmentaria para T10-L2 (Los síntomas están presentes en el patrón dermatomal de T12-L2).

 

El dolor es profundo, no muy bien delimitado o definido, espontáneo, insidioso. En este síndrome el dolor suele aparecer después de ejercicios de rotación o de flexo- extensión y puede estar asociado a posturas viciosas. Se han encontrado estos síntomas también después de fracturas por osteoporosis en el segmento toracolumbar o por lesiones neoplásicas o infecciosas.

 

El dolor se incrementa al hacer flexión lateral contraria al área del dolor. Al hacer flexión ipsilateral no se desencadena el dolor. Las características del dolor son de tipo visceral.

 

Según Maigne, los resultados de las radiografías suelen ser negativos para signos de degeneración.

 

También se puede realizar una prueba de rodadura de la piel para comparar la pesadez en ambos lados. La confiabilidad y validez de estas pruebas no están disponibles en la literatura.

 

El diagnóstico del síndrome de Maigne se puede establecer mediante la comprensión del patrón de referencia del dolor toracolumbar.

 

Los síntomas graves rara vez están presentes alrededor de la unión toracolumbar.

 

El tratamiento invasivo puede variar desde rizotomía percutánea, electrocoagulación y denervación quirúrgica de la faceta articular afectada, liberación del nervio cluneal superior y medio y bloqueos neurales guiados por ecografía.

 

El manejo conservador incluye un régimen de ejercicio selectivo, medicación analgésica o antiinflamatoria y terapia de manipulación espinal.

 

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