¿Cómo las temperaturas bajas afectan el dolor articular?

¿Cómo las temperaturas bajas afectan el dolor articular?

Las bajas temperaturas pueden tener un efecto negativo en las articulaciones, especialmente en personas que padecen de afecciones como la artritis. La disminución de la temperatura puede provocar rigidez, dolor y disminución de la movilidad articular. Además, se ha observado que las bajas temperaturas también pueden modificar la percepción del dolor en las personas.

 

 

Un estudio publicado en la revista Rheumatology International en 2018 encontró que la exposición a bajas temperaturas aumenta el dolor articular en pacientes con artritis reumatoide. Además, la rigidez matutina, un síntoma común en la artritis, puede ser más intensa en las mañanas frías. Otra investigación publicada en la revista Pain Practice en 2016 encontró que la exposición a temperaturas frías aumentó la intensidad del dolor en pacientes con osteoartritis de rodilla.

 

 

¿Por qué me duelen las articulaciones con el frío?

 

 

La causa exacta de cómo las bajas temperaturas afectan el dolor articular no se comprende completamente, pero se cree que puede deberse a la contracción de los vasos sanguíneos que llevan sangre a las articulaciones, lo que reduce el flujo de sangre y nutrientes a las células y tejidos articulares.

 

 

Actualmente se asume que existe una correlación directa entre el dolor y tres componentes del clima: humedad relativa, presión del aire y velocidad del viento. 

 

 

  • Algunas de las teorías para el dolor en las articulaciones incluyen cambios de presión barométrica en la atmósfera: La presión barométrica es la presión del aire en la atmósfera que nos rodea. Cuando hace frío o cuando llueve, la presión barométrica disminuye. Una teoría es que cuando cambia la presión, los tendones y los músculos del cuerpo se expanden, causando dolor en las articulaciones. Los cambios en la presión hacen que los músculos, los tendones y otros tejidos que rodean la articulación se expandan, se contraigan y se engruesen, causando dolor. Otra teoría es que las personas que tienen menos cartílagos y tendones alrededor de las articulaciones debido a daños o enfermedades tienen huesos y nervios más expuestos en esas articulaciones. Estas áreas expuestas son más sensibles a los cambios de presión a nuestro alrededor que pueden causar dolor.

 

 

  • El líquido sinovial se espesa: otra causa común del aumento del dolor en las articulaciones durante los meses de invierno es el espesamiento del líquido sinovial. El líquido sinovial es el líquido que se encuentra entre las articulaciones y actúa como lubricante para evitar que las articulaciones se rocen entre sí cada vez que te mueves. Cuando el clima comienza a volverse frío, el líquido allí comienza a espesarse, lo que puede dificultar el movimiento de las articulaciones y es más probable que experimente dolor al moverlas.

 

 

  • La sensibilidad al dolor aumenta: las temperaturas frías también pueden aumentar la sensibilidad al dolor. Si experimenta dolor en las articulaciones regularmente, incluso durante los meses más cálidos, la forma en que siente el dolor puede alterarse durante el invierno y puede sentir que sus síntomas empeoran.

 

 

  • La circulación sanguínea se ralentiza: el clima frío también puede ralentizar la circulación de la sangre, lo que puede empeorar el dolor en las articulaciones.

 

 

  • Alternativamente, los tramos de días nublados o lluviosos pueden provocar un estado de ánimo bajo, lo que puede hacer que las personas se concentren más en su dolor.

 

¿Quién es más propenso de sufrir dolor articular en el invierno?

 

 

Personas con:

  • Osteoartritis
  • Artritis reumatoide
  • Fibromialgia
  • Lupus y más…

 

 

Se sabe que las personas con dolor crónico se ven más afectadas por el clima frío que otras. 

 

 

Para proteger las articulaciones durante los meses de invierno, es recomendable utilizar ropa adecuada que mantenga el cuerpo caliente y evitar exponer las articulaciones al frío extremo. También es importante mantener la actividad física regular para evitar la rigidez y el dolor articular.

 

 

En conclusión, las bajas temperaturas pueden tener un efecto negativo en las articulaciones y aumentar el dolor en personas con afecciones como la artritis. Es importante tomar medidas para proteger las articulaciones durante los meses de invierno, como utilizar ropa adecuada y mantener una actividad física regular.

 

 

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